"Es para mí un motivo de profunda emoción este instante, en el cual les tengo frente a mí para presentar este sencillo trabajo, que ha sido hecho para ustedes, con un esfuerzo de cuatro años; siento una inmensa gratitud y quiero compartir este sueño, quiero ser destinatario de unas palabras que pueden ser necias, partiendo de una persona que siente el deseo intenso de construir algo que quieren destruir: la constitución politica de 1991; como un obrero de la democracia deseo, simplemente, un mejor país, más democrático, más participativo, más pluralista.
Mi sueño es que Colombia sea un estado social de derecho, lejos de la retórica de los textos, para que la igualdad, la libertad y la paz sean una constante histórica; mi preocupación es que el pueblo interprete el sentido de la Constitución para que esta se solidifique aún más; que sus mutaciones sean naturales, no impuestas; que los cambios y las reglas no concurran al deseo de una clase política dominante, sino a los valores que nos unen a todos los colombianos.
Que se respeten las ideas, la Carta de la Tolerancia, los colores políticos y a las personas en general.
Para recordar, unos jóvenes universitarios soñaban con cambiar el país pacíficamente; es así como caminaron y caminaron hasta encontrar el sendero, de lo que se llamo la marcha del silencio.
Después de la incertidumbre, los acuerdos, las deliberaciones, en las mesas de trabajo, los desacuerdos se convirtieron en metas, mostrando en ese momento de la historia que “la constituyente es el camino”; hoy la juventud se encuentra de nuevo frente a muchos retos que debe enfrentar con mayor creatividad y sosiego.
La séptima papeleta fue un hecho importante, allí la ciudadanía decidía sobre diversos aspectos, razón por la cual la séptima votación nació de la espontaneidad ciudadana, liderada por los estudiantes como algo natural, impulsado por el movimiento estudiantil colombiano con la introducción de una papeleta adicional en unas elecciones, situación tenida en cuenta como un hecho político. Este acontecimiento del 11 de marzo de 1990, fue contabilizado por los estudiantes, dando paso a una serie de decisiones políticas y jurídicas que facilitaron el proceso pre-constituyente".
Mi sueño es que Colombia sea un estado social de derecho, lejos de la retórica de los textos, para que la igualdad, la libertad y la paz sean una constante histórica; mi preocupación es que el pueblo interprete el sentido de la Constitución para que esta se solidifique aún más; que sus mutaciones sean naturales, no impuestas; que los cambios y las reglas no concurran al deseo de una clase política dominante, sino a los valores que nos unen a todos los colombianos.
Que se respeten las ideas, la Carta de la Tolerancia, los colores políticos y a las personas en general.
Para recordar, unos jóvenes universitarios soñaban con cambiar el país pacíficamente; es así como caminaron y caminaron hasta encontrar el sendero, de lo que se llamo la marcha del silencio.
Después de la incertidumbre, los acuerdos, las deliberaciones, en las mesas de trabajo, los desacuerdos se convirtieron en metas, mostrando en ese momento de la historia que “la constituyente es el camino”; hoy la juventud se encuentra de nuevo frente a muchos retos que debe enfrentar con mayor creatividad y sosiego.
La séptima papeleta fue un hecho importante, allí la ciudadanía decidía sobre diversos aspectos, razón por la cual la séptima votación nació de la espontaneidad ciudadana, liderada por los estudiantes como algo natural, impulsado por el movimiento estudiantil colombiano con la introducción de una papeleta adicional en unas elecciones, situación tenida en cuenta como un hecho político. Este acontecimiento del 11 de marzo de 1990, fue contabilizado por los estudiantes, dando paso a una serie de decisiones políticas y jurídicas que facilitaron el proceso pre-constituyente".
1 comentario:
"Ese camino fue iluminado por el pueblo con la esperanza de construir un mejor país, más tolerante, más participativo, más democrático y más pluralista; ese imperativo nos acompaña a cada uno de los ciudadanos de bien, aún después de 17 años de expedición del texto constitucional.
LA CONSTITUCIÓN PARA TODAS Y TODOS, es un instrumento que va de la mano con el artículo 41 de la Constitución Política, las leyes 107 de 1994, y 1029 de 2006 que le dan desarrollo al artículo en mención.
Hoy se necesita un ciudadano más consciente de su rol político, de su rol ciudadano a través de la didáctica constitucional, para ser un veedor permanente, con el animo de la defensa de lo público, como imperativo, ante el desprestigio de clase política que quiere endosar sus problemas a la Constitución actual; es en estos momentos de la historia, donde la cultura de la educación legal adquiere mayor relevancia y donde la imposición de textos debe evitarse; para ello, debe constituirse un frente común, en la defensa de los más caros intereses de la Carta del 91 y asegurar que los cambios se realicen atendiendo el interés general, la colaboración armónica y la separación de poderes, respetando el sistema de pesos y contrapesos, de lo contrario estamos viendo paulatinamente una sustitución de la Constitución actual". ANDRES GOMEZ ROLDAN (...)
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